Es uno de los expertos más cualificados en el estudio del agua. Desde hace
dos años forma parte del equipo de investigación del Instituto del Agua de
Estados Unidos para las islas del Pacífico. Natural de León, reside desde hace
15 años en La Laguna, donde imparte clases en la Universidad como profesor
asociado de la Escuela de Ingeniería Agraria.
La primera lección que traslada a sus alumnos desmonta los dos mitos que
siempre han rodeado a los recursos hídricos de Canarias: que la mayoría del
agua proviene de la desalación y que el mayor consumo lo genera el turismo.
Juan Carlos Santamarta asegura que en islas como Tenerife, La Palma, La Gomera
y El Hierro el 80% de dichos recursos proviene del subsuelo, a través de pozos
y, sobre todo, de galerías, que solo en Tenerife superan el millar. “Esta isla
consume 225 millones de metros cúbicos al año, lo cual equivale a unas 90.000
piscinas olímpicas. No es mucho”, asegura. A su juicio, existe una conciencia
social importante inculcada por nuestros mayores sobre la escasez de agua. La
alta dependencia del subsuelo nos lleva a plantearnos una pregunta: ¿cuál es la
salud de nuestro acuífero? Para Santamarta es muy complicado saberlo, “todo
pasa por la inversión en la investigación, una idea difícil de vender por la
complejidad de la geología de las Islas y porque no se suelen inaugurar
proyectos de inversión y desarrollo”.
“En
Tenerife se consumen cada año el equivalente a 90.000 piscinas olímpicas”
Recuerda que el último gran estudio global de los acuíferos insulares se
realizó en 1975 (el proyecto SPA-15), del que se obtuvieron unos conocimientos
que siguen vigentes. En su opinión es hora de actualizar la investigación:
“Creo que tanto científicos como ingenieros, empresas privadas y la
Administración tendrían que plantear un nuevo proyecto, que sirviera de
complemento a los planes hidrológicos insulares, con el horizonte del año
2020”, indica. “Hay que responder a la pregunta de si tendremos suficientes
recursos hídricos en los próximos dos decenios, y estamos perdiendo una
oportunidad de anticiparnos a los futuros problemas derivados de una
dependencia total de la desalación y los combustibles fósiles”.
Respecto al otro mito, el de un supuesto mayor consumo del turismo,
Santamarta asegura que la mayoría de los recursos hídricos se destinan a la
agricultura. “En La Palma y La Gomera en el 80%, mientras que en Tenerife y El
Hierro ronda el 60%”, aclara. Ese porcentaje se nivela en zonas como el sur de
Tenerife, que soporta una mayor presión turística y donde el consumo es de 240
litros por habitante y día, media superior al resto de la Isla. “Está
demostrado que el foráneo que viene a pasar sus vacaciones gasta más, pero aun
así no podemos decir que el sector terciario consuma más que el primario”,
puntualiza. “Por eso, yo siempre recalco a mis alumnos de Ingeniería Agrónoma
que es más barato conservar un metro cúbico de agua que producirlo”.
En ese sentido, uno de los datos preocupantes que pone sobre la mesa es el
referido al agua que se pierde: “La dispersión de los aprovechamientos como las
galerías, tomaderos y el transporte desde las zonas productoras a las
consumidoras, en islas como Tenerife suponen unas pérdidas que pueden ser del
40%, mientras que la media en la Península es del 17%”, advierte. Recuerda que
el modelo a seguir es Israel, país que más invierte en la eficiencia de las
conducciones y que ha rebajado el porcentaje de fugas hasta el 13%. “Nuestro
objetivo debe ser reducir las pérdidas y aumentar la eficiencia de las
conducciones, más que incrementar la oferta de agua”, aclara.
La sobreexplotación de los acuíferos hasta principios de los 90 ha dado
paso a una fase de cierta estabilización, debido a la presencia de plantas de
desalinización de agua de mar. Santamarta considera que esta actividad debe ser
complementaria a la extracción de los recursos hídricos subterráneos en las
islas occidentales, porque advierte de que la desalinización conlleva un
riesgo, que son las consecuencias de cualquier inestabilidad geopolítica en el
mundo: “Al estar muy ligado con la energía por la operatividad de los grupos
diesel se produce un gran dependencia del petróleo. Eso nos hace muy vulnerables;
en Lanzarote y Fuerteventura el suministro lo producen en el 80% las plantas
desalinizadoras”.
“Es más
barato conservar un metro cúbico de agua que producirlo”
Fuente: Diario de Avisos
http://www.diariodeavisos.com/2015/08/la-isla-pierde-40-del-agua-por-dispersion-canalizacion/
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